¡A la rica fruta!
- Llévalas a la mesa preparada y limpia. Es difícil que sobre fruta cuando está pelada, preparada y en platos con varios colores.
- Realiza preparaciones divertidas: prepara brochetas, batidos, introdúcelas en bizcochos caseros...
Y tú... ¿ya tomas fruta? Predica con el ejemplo: un niño hace lo que ve en casa. Si tú comes fruta, él estará más predispuesto a comerla. - Mézclalas. Combina fruta enlatada con fruta fresca: es una solución para aquellos niños más golosos.
- En las ensaladas de pasta añade manzana, pasas o cualquier otra fruta.
- Fruta seca: es también una solución válida de vez en cuando, siempre que no esté escarchada o con chocolate. Orejones, dátiles, pasas... Son muy saludables y pueden llegar a sustituir a las “gominolas”.
- Prepara ricos zumos. No sirven los zumos comerciales: tienen gran cantidad de azúcar y ninguna vitamina.
- En pasteles caseros. Que la fruta sea un ingrediente más de tus pasteles y bizcochos caseros, tanto dentro como en la cobertura: fresitas, arándanos, plátanos, etc...
- Convénceles de las diferencias de sabor entre frutas; puede ser que no le guste una mandarina pero sí un plátano.